Las caricaturas hace rato que no dan risa. El problema se ha convertido en el Florero de Llorente de cualquier fanático que busca venganza contra algún sector social. Por lo menos eso parece al ver que en Nigeria (!!!) se ha despertado la más sangrienta de las reacciones de protesta contra los dibujos de los daneses.
Imagínense que ya van en 96 los muertos y esto se ha convertido en una lucha fratricida en la que los del norte (de religión musulmana) atacan a machete a los del sur (cristianos)... De hecho, el domingo anterior acabaron con 15 iglesias. Pero, lo dicho anteriormente, las caricaturas NO SON el problema. Son tan sólo uno de varios que ha servido para alimentar el fuego del odio religioso que consume a la nación. Tristemente.
Y en la BBC de Londres encontramos este artículo que reflexiona (a nivel europeo) sobre lo que esta situación significa.
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