mirando el mundo desde la ventana pixelada

7.03.2005

Everytime you tell me that you love me
Elkland

Ayer como el resto del mundo tuve oportunidad de vivir un día en el que se hizo historia por múltiples motivos. Se tuvo el concierto más grande de la historia, se hizo una demostración popular sin precedentes, se reunieron la mayor cantidad de estrellas de la música en un evento de esta naturaleza hasta hoy... Y vimos como la televisión se quedó obsoleta.

Muy temprano vi las primeras imágenes en MTV, que solía ser el único punto de acceso a este tipo de eventos... pero gracias a un amigo pronto estaba conectado con mi PC a la transmisión en directo que hacia AOL. Luego de un par de fallidos intentos con el sitio de los Estados Unidos me moví a Francia y ahí si pude apreciar completamente un evento maravilloso. La pantalla permitía saltar y ver, mejor que si estuvieramos presentes, lo que ocurría en Londres, Paris, Roma, Philadelphia y una transmisión editada con lo mejor de todas las transmisiones. WOWOWOWOWOW!

Así, sin presentadores pesados, con un despliegue de cámaras espléndido, se pudo ver a todos los artistas, en la comodidad de la pantalla. Para mi, una experiencia que cambió mi visión de este medio, de sus posibilidades. Acceso libre para todos, sin importar ubicación. La web, ayer, de forma silenciosa, escribió una brillante página en su historia.

Incluso hoy pueden ir a ver las retransmisiones del evento. Y lo que es mejor, se puede leer en el sitio que "Come back soon to watch the entire event, song by song, on demand". WOW! Qué más puede uno pedir? Ya no es una promesa, es una realidad! El día que la web supero a la TV.

También ayer pude conocer la historia de la chica que se convirtió en la cara de la hambruna de hace 20 años y que ahora es una muestra de cómo un evento puede cambiar la vida, el mundo y las perspectivas. Es una muestra y una inspiración. Para todos los que creen que es posible algo mejor, esta es la historia de Birhan Woldu, quien a sus 3 años, desde la pequeña población de Tigray, perdida en Etiopia, se burló de la muerte, con la ayuda de sus amigos melenudos.

Ahora toca ver si los políticos tienen la altura de las estrellas pop.